1º recorrido
Un paisaje constante
que ya está acá pero vuelve, siempre vuelve. Se repite, una y otra vez. Me absorbe
de un lado y otro, una y otra vez. Una y otra, una y otra vez. El paisaje y el
reflejo, el reflejo y el paisaje.
Tengo la necesidad de
decir las cosas más importantes dos veces, como mínimo, siempre dos veces. Por
eso, éste paisaje es reiterativo pero real, bastante real. Lo miré y lo vi así,
así como al revés en todos los sentidos. Porque resulta que, a veces, el
paisaje está donde el reflejo y el reflejo donde el paisaje; y así el paisaje ES
el reflejo y el reflejo ES el paisaje: es éste en el que habito.
Y desde ése paisaje que
habito, pretendo sobrevivir. Voy a sumergirme.
Un
paisaje que se arma y construye en un lugar extraño. Un paisaje que bien
podríamos estar mirando desde unas ventanas que están en el perímetro de toda
la habitación, como si esta vista rebanara la habitación horizontalmente y
quedara separada la parte superior de la inferior. En el medio de esa suspensión
está el paisaje, también suspendido. Y también, suspendida y en pausa, una exclamación.
Una invitación de alguien a sí mismo. Un deseo traducido en propuesta introspectiva
que busca solucionar una estadía mundana.
En una sala de exposiciones. Sala grande, como de 8 x 8 m aproximadamente, pero puede variar. Paredes y techo blancos. Dos fotografías que se repiten una y otra vez, montadas una al lado de la otra sin separación, impresas en un mismo papel que tendría el largo de la pared y un metro de ancho; construyen un paisaje horizontal. Las fotografías impresas en el papel están montadas en todo el perímetro de la sala. En una de las paredes, entre fotografía y fotografía se suspende la repetición y, rotulado en la pared, está montado el texto: (…) fotografía-fotografía/texto/fotografía-fotografía (…)
En una sala de exposiciones. Sala grande, como de 8 x 8 m aproximadamente, pero puede variar. Paredes y techo blancos. Dos fotografías que se repiten una y otra vez, montadas una al lado de la otra sin separación, impresas en un mismo papel que tendría el largo de la pared y un metro de ancho; construyen un paisaje horizontal. Las fotografías impresas en el papel están montadas en todo el perímetro de la sala. En una de las paredes, entre fotografía y fotografía se suspende la repetición y, rotulado en la pared, está montado el texto: (…) fotografía-fotografía/texto/fotografía-fotografía (…)
Las letras
que conforman el texto están construidas por un recorte sobre las mismas
fotografías. En cada letra puede verse un vestigio de la imagen, como si en realidad
el texto naciera de ella y continuara en un punto con la repetición y
continuidad del paisaje.
Fotografías:
Las fotografías son dos: la original y una espejada a la
original. Se van intercalando una y otra, construyendo un paisaje horizontal
interminable fundado sobre sí mismo.
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hhh.jpg)
Texto:
Las letras que conforman el texto están construidas con
fragmentos de la misma fotografía. Puede observarse, de modo minucioso, un
vestigio de la imagen de donde nace el texto.
Montaje:
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2º recorrido
Miro y
leo, miro y leo, miro y leo, miro y leo. Veo y miro, veo y miro, veo y miro,
veo y miro. No puedo concentrarme en las dos: si hay una, no está la otra.
Aunque, sí… están las dos.
En
la dicotomía de tener que elegir la imagen o el texto, me quedo con los dos.
Que aparezca una y otra pero que no puedan llegar a captarse del todo ni tan
fácilmente. Que sea un poco más complicado poder ver una y otra… de hecho,
tener que ver una para poder ver la otra. La alternancia de imagen y texto, nos
obliga a los espectadores a detenernos en uno u otro para descifrar lo que
aparece pero, al mismo tiempo, a tener que mirar ambos. Las letras aparecen
recortando la imagen, por lo que ésta no desaparece del todo, pero obliga al
espectador a detenerse en uno de los dos.
Aludiendo a los ya conocidos gifs que diariamente nos cruzamos en la
red, estos videos podrían tener ése formato: pequeñas imágenes, animadas en dos
movimientos. La exposición de éstos
gifs se concretaría en la circulación de los mismos a través de la red. Un recorrido
virtual, individual e independiente de cada uno, signado por la libre
circulación propia de la WWW. De este modo, la llegada masiva del mensaje no
dependería de la movilidad del espectador a un lugar concreto y específico,
sino que estaría en la misma utilización del gif por parte de los espectadores
virtuales, contribuyendo a su difusión. En este sentido, podrían pensarme como
obras que se difunden de forma viral.
videos: fueron subidos cuatro videos en la publicación anterior.
